Aunque las principales aplicaciones de nuestros equipos domésticos; el “Biozon 20 L” y el “Biozon digital” son las de la desinfección de agua, frutas y verduras, éstos equipos tienen otras aplicaciones que seguramente desconocías y que a continuación te presentamos.                                                                                      

Biberones, chupones, juguetes y diversos artículos con los que pueden interactuar los más pequeños del hogar, son objetos susceptibles a ser contaminados por medio de agentes microbiológicos varios, para el caso de los biberones se debe desarmar el biberón, ozonizando en un primer lugar el contenedor, mientras que la mamila tendrá que colocarse en un recipiente diferente cubriéndolo en su totalidad con agua y accionando el ciclo de desinfección respectivo según el volumen a emplear.                                              

                                                                                                                                  

Un procedimiento similar con la desinfección de la mamila se puede aplicar para la desinfección de juguetes, chupones e incluso el propio cepillo dental.

De igual manera nuestros equipos de generación de ozono nos pueden ayudar en la desinfección de aquellos productos que adquirimos en tiendas o en el supermercado y que en muchas ocasiones no sabemos si han sido manipulados adecuadamente, es por ello y que haciendo uso de una caja de cartón de tamaño mediano podemos hacerle un orificio en una de sus caras, colocar dentro de la
misma los productos que hemos adquirido y por en el orificio de la caja; introducir la manguera de nuestro Biozon sin la piedra difusora, cerrar la caja y accionar el ciclo de desinfección de 3 litros. Después de los 3 minutos, los productos contenidos en la caja de cartón se encontrarán totalmente desinfectados.            

                                                                                                                                     

Las carnes rojas, pescado y pollo cuyos valores nutricionales en la ingesta de los seres humanos resultan ser de vital importancia, a menudo son susceptibles de contaminarse por medio de agentes físicos, químicos y microbiológicos que pueden depositarse en su superficie durante toda la cadena de suministro hasta llegar a tu hogar.                                                                                                        

Muchas veces, este tipo de alimentos almacenan diversos agentes microbiológicos como: parásitos, virus, bacterias o priones (enfermedad de las vacas locas) por ejemplo. Dichos agentes infecciosos pueden estar en contacto con los alimentos a través de diversos medios como: interacción con otros

animales, piensos, medio ambiente o incluso por vectores como roedores y moscas.

El uso de la “cámara de desinfección” con ozono resulta adecuada para éste tipo de alimentos que por su naturaleza no son adecuados de desinfectar por medio del contacto con agua, ya que al contacto con la misma en lugar de eliminar virus, bacterias y microorganismos, se contribuye a la propagación de los mismos, por lo que una alternativa eficaz es la desinfección con ozono gaseoso.

Por último y ante la pandemia a nivel mundial ocasionada por el COVID-19, y aprovechando nuestra caja de cartón que funge como una “cámara de desinfección” casera, podemos realizar la desinfección de nuestros cubrebocas que utilizamos a diario y por motivo de la actual emergencia, de esta manera además de que nos protegemos de la transmisión del coronavirus, contribuimos al cuidado y preservación del medio ambiente.

En Biozon, contamos con equipos de generación de ozono para desinfección de agua, frutas y verduras a nivel doméstico, te invitamos a contactarnos.

BIBLIOGRAFÍA:
Martín, F. (2015). La carne, peligro de contaminación en cualquier punto de la cadena alimentaria restauracioncolectiva.com. Recuperado el 22 de Septiembre de 2020 de la página web: 

https://www.restauracioncolectiva.com/n/la-carne-peligro-de-contaminacion-en-cualquier-punto-de-la-cadena-alimentaria 

Garrido, I. (2018). Qué alimentos se deben lavar y cuáles no. Recuperado el 23 de Septiembre de 2020 de la página web: