La transmisión de enfermedades de las vías respiratorias en ambientes internos representa un serio problema de salud que en muchas ocasiones deriva en el ausentismo laboral y en consecuencia en la disminución de la producción de una empresa determinada sea cual sea su área de especialización, así como una mala percepción del aire ambiental por parte de clientes y trabajadores. 

La calidad del aire ambiental en lugares cerrados se ve afectada por una serie de factores como: acumulación de microorganismos en los sistemas de aire acondicionado, la entrada de microorganismos provenientes del exterior a los ambientes internos, la contaminación del aire por medio de materiales de construcción, así como la acumulación de malos olores representan los problemas más significativos a tratar en una red de distribución de aire acondicionado. 

La limpieza periódica del sistema y ductos de aire acondicionado con desinfectantes habituales no elimina por completo a los microorganismos causantes de enfermedades como: neumonitis, síndrome del edificio enfermo, legionela, asma y alergias; siendo éstos padecimientos los más comunes y habituales. 

El uso de tecnologías comunes para solucionar este tipo de problemas, como: el empleo de filtros de aire particulado de alta eficiencia (HEPA) o la irradiación germicida por medio de luz ultravioleta (UVGI) para el tratamiento del aire han resultado ser menos efectivos en instalaciones sometidas a condiciones “normales”, que en condiciones controladas y de “laboratorio”. 

Ya desde el año 1975, los investigadores Blogoslawsky y Rice sugerían el potencial efecto del ozono en aplicaciones ambientales y de prevención de crecimiento microbiano en sistemas de aire acondicionado. 

El ozono, al ser gaseoso a temperatura ambiente es capaz de tratar áreas, las cuales son inaccesibles o de difícil acceso para la mayoría de los desinfectantes como la luz ultravioleta, es por ello por lo que el ozono se presenta como una solución efectiva y eficiente. 

Prueba de ello, es el uso del ozono en el aeropuerto internacional de Dubai en los Emiratos Árabes Unidos; una de las instalaciones con la mayor cantidad de generadores de ozono instalados en todo su sistema de aire acondicionado. Al cabo de un año de haber utilizado al ozono como medio de desinfección en el aeropuerto, se llegó a las siguientes conclusiones: pasajeros y empleados notaron una agradable calidad en el aire ambiental sin percepción de desagradables olores habituales y característicos de un aeropuerto, aunado a ello, el uso del ozono disminuyó los costos por compra de “filtros de carbón activado” (tecnología muy utilizada y frecuente en los aeropuertos para eliminación de malos olores) y finalmente el uso del ozono logró la disminución del mantenimiento y limpieza en el sistema de aire acondicionado; esto debido a la reducción de moho y hongos a lo largo de los ductos. 

Por su parte, en recientes años, casinos y salas de juego han incorporado al ozono como medio de desinfección y eliminador de malos olores ocasionados principalmente por el humo de tabaco, habitualmente el ozono en éste tipo de instalaciones es un sustituto de los lechos o filtros de carbón activado que son colocados en la red de aire acondicionado de éste tipo de instalaciones; dichos filtros han demostrado no tener un desempeño adecuado en presencia de atmósfera con alto contenido de humo de tabaco. 

En Biozon contamos con equipos generadores de ozono para el tratamiento, desinfección y eliminación de malos olores en los ductos y redes de aire acondicionado de diversos tipos de negocios.