Historia del ozono en la industria

El ozono es un compuesto químico producido de manera natural durante las tormentas eléctricas. Fue reportado por primera vez en un laboratorio por el científico neerlandés Martin van Marum (1785), quien al aplicar descargas eléctricas a muestras de oxígeno y aire pudo observar una reducción en sus volúmenes, al mismo tiempo que percibía un olor distintivo, al que llamó como “el olor de la materia eléctrica”. Sin embargo, fue Christian Schönbain (1840) quien le dio el nombre actual y el primero en describir sus principales propiedades químicas.

La capacidad para desinfectar agua contaminada fue descubierta en 1886 por de Meritens. Poco después, en 1891 la firma alemana Siemens & Halske, quienes manufacturaban equipos eléctricos, pusieron en marcha la primera planta piloto de desinfección de agua con ozono para consumo humano cerca de Berlín. Mientras que la primera planta de escala industrial que utilizaba ozono para potabilizar agua inició operaciones dos años después en Oudshoorn, Países Bajos.

El francés Marius-Paul Otto fundó la primera empresa especializada en la manufactura e instalación de equipos ozonizadores en 1897. Posteriormente, se construyeron plantas en París, Francia (1898), Wiesbaden, Alemania (1901), Niagara Falls, Estados Unidos (1903), San Petersburgo, Rusia (1905) y Madrid, España (1910). El número de plantas despuntó después de 1914 y para 1915 había al menos 49 tan solo en Europa. Estas plantas utilizaban generadores de ozono de las marcas Siemens, de Frise, Marmier, Abraham y Otto.

Su crecimiento se detuvo durante los años siguientes cuando la investigación de gases venenosos durante la Primera Guerra Mundial permitió el desarrollo de gas cloro, más barato. El uso de cloro como desinfectante de agua se extendió en la mayor parte del mundo. Pese a eso, la construcción de nuevas plantas potabilizadoras con ozono continuó a un ritmo menor, sobre todo en Francia. Para 1936 había alrededor de 100 plantas en el país galo y de 30 a 40 en el resto del mundo. Fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando la construcción de estas plantas alcanzó su nivel inicial.

Al inicio, todas estas plantas de primera generación empleaban al ozono como desinfectante, pero a partir de 1950 se comenzó a utilizar también para el control de olor y sabor en el agua. Durante la década de 1960s se comenzaron a observar nuevas aplicaciones para el ozono. Muchas de estas aplicaciones requerían adicionar el ozono durante las primeras etapas del tren de tratamiento; se acuñó así el término pre-ozonación. Hasta entonces, el ozono se agregaba, en la mayoría de los casos, al final del tratamiento. En Francia y Alemania plantas como la de Dusseldorf (1957 y 1980) y la de Montjean (1967) usaron el ozono para oxidar hierro y manganeso mientras que en Irlanda y el Reino Unido se construyeron plantas diseñadas para remover el elevado color característico de sus fuentes, algunos ejemplos son los de Sligo en Irlanda (1970) y Mánchester en RU (1970). Posteriormente se comenzó a utilizar también como floculante, para controlar el crecimiento de algas y como oxidante de micro-contaminantes específicos, tales como compuestos fenólicos y algunos pesticidas. Finalmente, su uso más recientemente descubierto es el control de los subproductos por desinfección (Desinfection by-products o DBP), como son los generados por el uso del cloro como desinfectante.

En la actualidad se continúa investigando acerca de las propiedades químicas del ozono, de la viabilidad de su aplicación en nuevos sectores y de cómo pueden potenciarse sus beneficios al aplicarse junto a otras sustancias.

Referencias

[1] Am Water Works Res F, Langlais, B., Reckhow, D., Brink, D., et al. (1991). Ozone in Water Treatment: Application and Engineering. Lewis Publishers.

 

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