Recientemente, el cultivo hidropónico se ha convertido en un fenómeno sumamente popular debido a su potencial para la alta productividad de cultivos en áreas relativamente pequeñas como por ejemplo en invernaderos, sin embargo, aunque el ambiente típico de los invernaderos caracterizado por proveer excelentes condiciones para el crecimiento de algunos frutos como los tomates por ejemplo, así también resulta un espacio ideal para el desarrollo de enfermedades ocasionadas por microorganismos patógenos debido a los altos niveles de temperatura, humedad relativa y exuberantes follajes verdes.

Los invernaderos hortícolas utilizan cada vez más métodos de cultivo basados en la técnica hidropónica. El cultivo hidropónico se caracteriza por el crecimiento de la planta sin hacer uso del suelo. Existen muchos tipos de variantes para la técnica, por ejemplo: el cultivo de aguas profundas.

El manejo de las enfermedades en los cultivos en la etapa de viveros de las plantas debe ser importante para la prevención del desarrollo de enfermedades graves en los cultivos. Rociar semanalmente con fungicidas los cultivos es por lo tanto una práctica habitual durante el período del cultivo de algunos plantíos.

Se ha demostrado que, de no realizar una adecuada desinfección en los cultivos, específicamente en las raíces, donde se ha podido validar el alojamiento de ciertos tipos de agentes patógenos como el patógeno de la marchitez bacteriana “Ralstonia solanacearum” o la habitual pudrición de la corona y la raíz por el hongo “Fusarium oxysporum f. sp. radicis lycopersici” los cuales ocurren de manera muy frecuente en plantíos de tomate cultivados mediante hidroponía, y en consecuencia estos se esparcen rápidamente a otros plantíos en el mismo cultivo hidropónico debido a la circulación de la mismas soluciones que contienen nutrientes o fertilizantes, y a la alta densidad de plantío.

Es de suma importancia contar con una adecuada calidad del agua utilizada en el riego de los plantíos que son sometidos a la técnica de la hidroponía, y de esta manera reducir potenciales contaminantes químicos, así como agentes patógenos diversos.

De entre las tecnologías que se presentan para combatir esta problemática, se encuentra el uso del ozono como agente desinfectante en el caudal de irrigación para los cultivos hidropónicos, así como en tratamientos con ozono a nivel ambiental.

Thomas Graham y colaboradores hacia el año de 2011 realizaron una investigación científica donde sometieron a tratamientos de desinfección de agua de riego de cultivos de tomate a concentraciones de ozono acuosas de 0.5 mg/L y 3 mg/L por un tiempo de 48 días.
Una vez pasado el tiempo de prueba experimental, los investigadores se dieron cuenta que bajo tratamientos de ozono en concentraciones moderadas es posible su aplicación directa a los sustratos de crecimiento de los cultivos de tomate, consiguiendo una notable mejora en varias métricas clave del rendimiento del tomate, como por ejemplo: un aumento considerable en el espesor del tallo y disminución significativa de la cantidad de algas en los cultivos de tomate.

En otro estudio llevado a cabo por Geovana D. Savi y colaboradores en el año de 2014, se pudo comprobar la eficacia del ozono para inactivar en granos enteros de trigo al “Fusarium

graminearum”, cuyo patógeno se encuentra directamente relacionado con la producción de deoxynivalenol; compuesto conocido coloquialmente como vomitoxina.

Para la inactivación del hongo “Fusarium graminearum” se utilizaron concentraciones de 40 y 60 μmol/mol de ozono gaseoso y tiempos de exposición de 30, 60, 120 y 180 minutos para el tratamiento de los granos de trigo. Aunque a los 30 minutos de tratamiento con ozono fue posible observar una reducción significativa en el crecimiento del agente patógeno, no fue hasta los 180 minutos de exposición que se consiguió la completa inhibición del “Fusarium graminearum” en el trigo.

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BIBLIOGRAFÍA:

Kobayashi, F., Ikeura, H., Ohsato, S., Goto, T., & Tamaki, M. (2011). Disinfection using ozone microbubbles to inactivate Fusarium oxysporum f. sp. melonis and Pectobacterium carotovorum subsp. carotovorum. Crop protection, 30(11), 1514-1518.

Saaid, M. F., Sanuddin, A., Ali, M., & Yassin, M. S. A. I. M. (2015, April). Automated pH controller system for hydroponic cultivation. In 2015 IEEE Symposium on Computer Applications & Industrial Electronics (ISCAIE) (pp. 186-190). IEEE.

Graham, T., Zhang, P., Woyzbun, E., & Dixon, M. (2011). Response of hydroponic tomato to daily applications of aqueous ozone via drip irrigation. Scientia Horticulturae, 129(3), 464-471.

Savi, G. D., Piacentini, K. C., Bittencourt, K. O., & Scussel, V. M. (2014). Ozone treatment efficiency on Fusarium graminearum and deoxynivalenol degradation and its effects on whole wheat grains (Triticum aestivum L.) quality and germination. Journal of Stored Products Research, 59, 245-253.